3 jun 2008

¿Me da pa' un taco?


Hace unos días, saliendo de un hospital un hombre se cruzo en mi camino pidiéndome unas monedas para comprar algo de comer, en ese momento la verdad no quise sacar dinero de mi bolsillo pero le di un paquete de galletas y un jugo que recién había comprado en un oxxo en el cual acababa de contribuir al redondo con un dinero que minutos antes había retirado de un cajero, donde también había donado 2 pesos a quien sabe que beneficencia.

Como el hombre para lo que pedía era comer, creo que mi donativo lograba satisfacer su necesidad.

Pero el hombre no se miraba enfermo, o drogado, no era viejo, ni le faltaban extremidades, solo sucio y desarreglado.

Así que le pregunte por que pedía dinero, que por qué no buscaba un trabajo.

El sujeto reacciono de una forma que nunca me imagine.

Sacudió su cabeza y me dijo algo molesto:
"POR QUE NO ME GUSTA TRABAJAR"

En ese momento me dio una especie de risa pero con algo de enojo, "mira que cabrón" pensé.

Después de esa experiencia reflexione en varias situaciones comunes en nuestro amado país (y en muchos otros) en las que alguien se acerca a pedir algunas monedas:

Cuando es un niño mocosito de 4 años con los ojos vidriosos y desorientado

Cuando es un viejito que apenas y puede caminar

Cuando es un sujeto con heridas pidiendo para medicamento

Cuando es una mujer con un bebe en brazos, deportados pidiendo para regresar a su tierra

Cuando es una persona sin extremidades en un carrito de mercado

Cuando en los retiros de cajero nos invitan a donar

Cuando en el oxxo no piden redondear

¿Cuando, de todas las anteriores ocasiones metes tu mano en tu bolsillo o en tu cartera para buscar y dar una moneda o le dices si al cajero?

No dudo que al menos por conciencia o voluntad todos tenemos la intención de hacerlo pero desgraciadamente no es tan fácil, de entrada por que la realidad es que somos de la mayoría a quien no le sobra el dinero.

Muchas veces diremos que si y otras muchas la respuesta ser negativa.

Y quizá el problema es que difícilmente se puede saber cuándo si hay una necesidad real o cuando hay una mafia detrás de eso. O si al final, los 3 pesos que sacaste de tu cartera fueron usados para lo que tú quisiste ayudar.

Pero de lo que si estoy convencido es que nos falta mucha generosidad para que por encima nuestros juicios y propias necesidades, poder dar algo de caridad.

Y lo otro es que desafortunadamente no depende de esa caridad que se rompan los círculos de miseria que hay en México. Son muchos factores pero hay uno muy importante el "querer superarse" de la gente, principalmente de los niños, que sean ellos quienes traten de salir del hoyo que les ha arrastrado una familia y de aquellos que la han tenido evitar a toda costa amistades que los hundan mas.

Hay muchas instituciones, casas, programas de gobierno que ofrecen ayuda pero además de que no es suficiente, no todos buscan o permiten ser ayudados.

Se les ofrecen trabajo, educación y alimento. Pero no todos lo aceptan, hasta pareciera que les gusta vivir en la miseria.

En fin hoy he vuelto a reflexionar en algo que no voy a poder cambiar, al menos siempre que me sea posible, tratare de darle más peso a mi caridad que a mis prejuicios para ayudar a alguien. Si somos varios los que lo hacemos, quizá no acabemos con la pobreza, pero si sabrá alguna de esa gente que en verdad lo necesita, que todavía hay algo de esperanza y quizá alguno decida intentar superarse.

Y de nuevo, si se lo dejamos todo al gobierno difícilmente veremos avance al menos pongamos de nuestra parte.

La riqueza no debe medirse por lo que tenemos en la cuenta bancaria sino por nuestra capacidad de dar.

¡¡Saludos Serruchadores!!


1 comentario:

Anónimo dijo...

Creo que es mejor esta reflexion, "Dale a un hombre un pescado, y comera un dia, enseña al hombre a pescar y comera todos los dias"